Dos banqueros, Xavier Heude y Michel Vandevoir, se reunieron en un gran banco de Luxemburgo y decidieron añadir sus convicciones éticas a sus deberes profesionales. En otras palabras, querían reemplazar el mantra banquero tradicional: riesgo y retorno, por la tríada de riesgo, retorno e impacto. Impulsados ​​por el deseo de contribuir a la protección de la dignidad humana y el florecimiento humano, decidieron llevar a cabo su misión financiando a PYME en países en desarrollo y emergentes para mejorar las condiciones de vida locales.

 Así fundaron en 2016 BACKBONE. A su logotipo añadieron un símbolo gráfico que describe los cuatro colores del entorno humano que deben protegerse: ocre para la tierra, amarillo para el sol, verde para la naturaleza y rojo para los frutos.

BACKBONE busca un desarrollo integral del ser humano que vaya más allá (¿o más bien debería ser el pilar?) del enfoque ESG y los ODS. En la situación actual donde todos los valores tienden a ser cuestionados, BACKBONE vuelve a las raíces e intenta resaltar lo que es esencial para todos. Este es sólo el comienzo de un largo viaje que BACKBONE continúa día tras día.